Contar para conectar: El Storytelling como puente entre marcas y personas.

Vivimos en una época en la que cada marca busca liderar su categoría o, al menos, ser reconocida como experta dentro de su rubro. Para lograrlo, muchas veces adoptan un lenguaje excesivamente técnico, creyendo que con ello demostrarán mayor credibilidad. Sin embargo, lo que realmente conecta con las personas no son los tecnicismos, sino la cercanía, la claridad y la empatía.

Hoy, tanto los clientes como la opinión pública buscan algo más que información: quieren entender, identificarse y sentirse escuchados. Valoran una comunicación fluida, auténtica, que no solo exponga lo que una marca hace, sino que también refleje lo que piensa, lo que cree y lo que la mueve. En ese contexto, la transparencia y la sencillez, sin renunciar a la esencia corporativa, se convierten en herramientas clave para penetrar verdaderamente en el mercado.

Y es aquí donde el storytelling se convierte en una poderosa herramienta de comunicación ya que nos ayuda a presentar el mensaje de manera impactante, pero, además, nos ayuda a construir reputación.

Desde las Relaciones Públicas, orientamos a las marcas sobre los mensajes que deben posicionar, el tono con el que deben dirigirse a sus audiencias y los formatos que pueden emplear. Uno de esos formatos y, quizá el más humano de todos, es el storytelling.

Ahora bien, contar historias no se trata de adornar la realidad, sino más bien de encontrar la esencia de la marca y transmitirla de forma que emocione, conecte y permanezca en la memoria del público. Una historia bien contada puede explicar el origen de un producto, reflejar el impacto social de una iniciativa o mostrar el lado más humano de una organización.

En mi experiencia, he visto cómo una narrativa auténtica logra más impacto que una lista de datos o una lista de logros corporativos. Desde las relaciones públicas, buscamos precisamente ese punto de conexión: un puente emocional que acerque a la marca con sus audiencias clave.

¿Qué claves debemos tomar en cuenta para construir historias que conecten?

Existen elementos clave que permiten que una historia no solo sea interesante, sino también estratégica, coherente con la identidad de marca y emocionalmente efectiva.

  1. Conocer a quién se le está hablando
    Ninguna historia funcionará si no se comprende quién es el público al que va dirigida. Antes de narrar, la marca debe preguntarse: ¿Qué valora mi audiencia?, ¿qué le interesa?, ¿cómo puedo hacer que se identifique con este mensaje?
  2. Identificar el corazón del mensaje
    Una historia de marca no es un resumen de logros o cifras. Es descubrir y transmitir el “por qué” que hay detrás: ese propósito que la mueve, que la diferencia y que da sentido a sus acciones.
  3. Humanizar el relato
    Las personas conectan con otras personas, no con productos, por esto es importante incluir voces reales de colaboradores, clientes, aliados o comunidades. Esto nos permite construir historias vivas y cercanas.
  4. Usar un lenguaje emocional, pero genuino
    La emoción no se fuerza. El lenguaje debe ser claro, directo y honesto. Evitar frases vacías o rebuscada ayuda a mantener la conexión con quien lee o escucha.
  5. Construir una narrativa con estructura
    Una buena historia tiene inicio, conflicto y resolución. Esto ayuda a captar la atención, generar interés y dejar una impresión duradera.
  6. Alinear el relato con la identidad de la marca
    Cada historia debe reflejar los valores y el tono de la organización. No se trata de contar por contar, sino de narrar con coherencia y propósito.

Una historia bien contada deja huella

Contar historias no es una moda pasajera. Es una forma profunda y poderosa de comunicarse. En un entorno donde la atención es cada vez más difícil de captar, las historias auténticas siguen siendo el recurso más efectivo para construir vínculos reales.

En definitiva, las marcas que mejor comunican no son necesariamente las que más hablan, sino las que logran generar sentido. Y eso solo se logra cuando dejamos de simplemente informar… y empezamos a conectar.